¿Qué es la luz? Para muchos de
nosotros, si no tenemos los conocimientos científicos adecuados, se nos hace
difícil responder a esa pregunta. Sin embargo, todos sabemos para qué sirve la
luz, y cuál es la importancia de la luz.
En la lección anterior mencionamos que Dios busca un
cambio total en nuestras vidas. Tanto en nuestra mente, en nuestras emociones
como en nuestra voluntad. Y si en realidad estamos experimentado este cambio en
nuestras vidas habrá muchas cosas que poco a poco nos harán diferentes de
aquellas personas que no conocen a Jesús.
¿Qué es lo que nos convierte en
cristianos? ¿Acaso un estilo de vida? ¿Tener una religión? ¿Obedecer ciertas
normas o mandamientos? ¿Cumplir con algún rito especial como el bautismo?
Uno de los milagros más grandiosos que Dios hace y sigue
haciendo en nuestro tiempo es el cambiar la vida de las personas. Es por eso por
lo que nuestro testimonio es de gran importancia en los planes de Dios, ya que,
si la gente puede mirar en nosotros un cambio de vida, una transformación de
nuestra forma de pensar de sentir y de actuar, eso es una evidencia más que
convincente del poder de Dios.
Sabemos que uno de los
propósitos por los cuales Dios nos ha creado es para ser parte de su Pueblo, es
decir, ser parte de la Iglesia a la que también se le llama el Cuerpo de
Cristo.
Pero Dios quiere que su pueblo
crezca, tanto exteriormente al predicar el Evangelio y que más personas se
adhieran a la Iglesia, pero también debemos crecer interiormente al esforzarnos
por vivir en santidad, en amor, y así crecer todos también
espiritualmente.